El que no llega, llegará. Siempre se vuelve

05.04.2013 20:44

(María Vilas, Campeóna de Europa Junior, y nadadora del CN Riveira)

Jorge Bados.

Todo deporte tiene su parte negativa. La natación, no es menos, y posee una cara que todos intentan eludir, pero que muchas veces es inevitable. Hace tan solo unos días acababa el Open de Pontevedra 2013, en el que una amplia lista de nadadores hacían un gran campeonato, eclipsado por esos que se veían inmersos en las mínimas para el Mundial de Barcelona.

Claudia Dasca (CN Sabadell), María Vilas (CN Riveira) y Óscar Pereiro (CN Arzua), conseguían bajar al menos una mínima mundial, pero se vería empequeñecida por compañeros que hicieron mejores tiempos y que por tanto tendrían prioridad de plaza para estar en Barcelona. Dos nadadoras y un nadador de una calidad incalculable, a los que desde un principio se les relacionaba con la cita mundial. La realidad, es que así fue desde los inicios y durante todo el Open. Ellos se han ganado el derecho a decir que por méritos propios, pudieron nadar un Mundial en Piscina Larga. Pero la vida no siempre es justa, y el deporte menos. Claudia, María u Óscar ven como el trabajo de tanto tiempo, se ve truncado por unos criterios de plazas que esta vez, no estuvieron de su parte.

A ellos, se le suman otros nombres, que con o sin mínima, dieron la suficiente guerra para ser llamados NADADORES y no nadadores. Caso por ejemplo de Paula Sánchez, nadadora del CN Sabadell. Una preparación intensa, un objetivo claro, que se vio anulado por la calidad de otras nadadoras. Con 4:58.30, Paula estaba en tiempos de poder nadar el Europeo Junior con el 4 estilos, cosa que por desgracia no ocurrirá. A Paula, se podrían añadir otros dos nombres que destacaron. Uno, Lorenzo Ortiz, nadador junior del AD Naut. de Narón. Esta joven promesa, que lo seguirá siendo a pesar de no estar este verano en Polonia, fue el más guerrero y combativo de todo el Open, y en mi opinión, de todos los nadadores. Lorenzo, se quedaba a 55 centésimas de la mínima europea en el 50 libre, y a apenas 1 segundo en el 50 mariposa, 100 libre y 100 mariposa. Un nadador que, a pesar de rozar todos los días la gloria de un europeo, nunca se cansó de luchar hasta el final. El otro nombre, es el de Irene Gutiérrez, nadadora del Móstoles que entrena en el CAR de Madrid. Junior de primer año, se enfrentó seguramente a uno de los momentos más emocionantes e impresionantes de su vida. A pesar de que anduvo lejos de la mínima europea, Irene demostró que nadar junto a Mireia Belmonte, Bea Gómez o Catalina Corró un 2 estilos no le asusta. Ella misma salía contenta de esa final, con sensaciones de haber hecho las cosas bien. Y es que a pesar de no haber logrado el pasaporte para Polonia, esta jovencísima nadadora dará mucho que hablar en el futuro, y quizá no tardando mucho, ya que la confianza que en este Open obtuvo, bien podría servirle para pensar que ella es igual de la válida para poder nadar a nivel europeo y mundial el año que viene.

La amplia lista podría completarse con muchos nombres que este Open nos regaló. Seguro que me dejo alguno, pero la intención es que nunca queden en el olvido: Lidón MuñozSandra García, Ana Iniesta, Íñigo Alarcia, Joan Ballester, Carlos PeraltaElena Rodríguez, Antonio Nuñez, Lidia Huete, José Manuel Valdivia, Álvaro Vega, Sandra Pallares, Héctor Monteagudo, Fernando Morillas y un amplio etcétera de nadadores que lucharon por hacerse más grandes, pero que esta vez, el destino les dio la espalda.

Todos estos nombres son igual de válidos que el resto, pues aunque en natación las centésimas determinen la presencia de un nadador en un campeonato continental, no es el arma más justa para valorar la calidad de éstos. Por fortuna, siempre habrá una segunda oportunidad e incluso más para la gente joven. La tarea, es ser capaces de no olvidar nunca que un nadador es una persona, un cúmulo de sensaciones diarias y experiencias vitales, al que un campeonato se le puede resistir y dársele mal. Pero no por esto, repito, un deportista de esta disciplina debe quedar en el olvido. Si algo me ha enseñado este deporte, es que tu momento álgido no tiene porqué llegar cuando eres es joven, y que el que no llega, acaba llegando. "Siempre se vuelve".