España, especialista en desperdiciar talento

26.06.2013 18:46

Jorge Bados

Con el paso de los años España se está convirtiendo en un país que poco a poco deja de lado las cortas distancias, sobre todo, si hablamos de estilo crol. Pocos son los nombres que ahora mismo están presentes a nivel nacional y que salgan a competir a nivel europeo y mundial. Hoy, trataremos el caso de una nadadora que pasó por la categoría junior con grandes expectativas y que llegó a nadar el Europeo Junior de Belgrado, con una prueba complicada, poco usual entre los más jóvenes del momento: el 50 libre. 

CARMEN HERRERO ANSOLEAGA, del C.N Madrid Moscardó, ya empezó desde muy joven a competir, y lo que es más, también fue de las que se colgó el título de Campeona de España. Por tanto, estamos ante una nadadora a la que se tuvo en cuenta, porque los resultados salían y porque las oportunidades hay que aprovecharlas, sobre todo si se trata de velocistas, estilo del que escaseamos. Hace dos años, Carmen consiguió tener su primer experiencia europea en Belgrado 2011, donde nadó el 50 libre y logró ser semifinalista europea en una prueba donde alemanes, italianos, franceses, daneses... ponen mucho empeño año tras año por colocar grandes promesas en ella, que casualmente, a día de hoy ya nadan a nivel internacional con sus respectivas selecciones. Dicho lo cual, nos encontramos ante un problema que aparentemente parece no tener solución: el estancamiento. ¿Cuál es la causa de este proceso? ¿Por qué una nadadora de tanta calidad, con una proyección incuestionable no está a día de hoy peleando por estar arriba?

Para hallar respuesta a dicha cuestión, lo lógico es preguntar a compañeros suyos, que la conocen a la perfección y nos muestran el lado más sincero de cómo es Carmen. PALMIRA CHAPARRO, que nadó el Europeo Junior de Amberes 2012, nos dice: "le pone muchas ganas, tiene una velocidad que es difícil de tener, y además se defiende en todos los estilos si hablamos de pruebas cortas. Lucha por lo que se propone. Es increíble ver cómo compagina estudios y natación. Es muy constante. Confío en que algún día ese esfuerzo diario le haga llegar muy lejos". Ahora la pelota se la pasamos a RUT SAN ANTONIO, nadadora del C.N. Costa-Azahar, que también conoce muy bien a Carmen y nos cuenta lo siguiente: "Es una de las mejores velocistas que tiene España, tiene un gran futuro por delante. Consigue lo que se propone y además posee un gran potencial tanto físico como mental. No tiene límites y su carrera deportiva terminará cuando ella lo desee. Está preparada para hacer grandes cosas".

Analizada un poco la figura de esta nadadora, nos damos cuenta que estamos ante una deportista de grandes cualidades físicas, además de madura mentalmente, pues corroborado está, le cuesta mucho decir que no a un entrenamiento. Por tanto, y con esto termino, pues escribo para que pensemos, dejaré unas cuestiones en el aire para pensar por qué jóvenes talentos no terminan de arrancar cuando pasan a categoría absoluta, sabiendo encima que su actitud supera a la aptitud: ¿son los medios los que realmente conducen a un nadador al éxito personal? ¿Deberían las federaciones controlar a este tipo de nadadores, por el bien del nadador y el bien de la natación española? ¿Acaso nos sobra talento como para olvidarnos de Carmen? ¿Por qué pasan estas cosas si el nadador tiene actitud? ¿Quién tiene el problema de todo esto y sobre todo, quién tiene la solución? ¿Sería un insulto a la inteligencia hacer planes específicos de recuperación de nadadores con el fin de generar una motivación extra que haga bien a la natación española y al propio nadador? Queremos ser los mejores pero no hacemos nada por demostrarlo. Queremos aspirar a algo a lo que no sabemos cómo llegar. ¿Pensamos incluso si queremos llegar? Año a año pasan nadadores de este tipo, llenos de calidad humana y deportiva, que tienen que hacer un trabajo que muchas veces no está respaldado, y menos por una entidad que premia el resultado y no el camino hacia él. Lo que tengo claro es que la mentalidad y tesón de Carmen hacen que la natación sea un deporte especial, que en nuestro país no da oportunidades, pero que saca gente y deportistas que están por encima de cualquier Federación. Cuando veamos de una vez por todas que el nadador es la natación, y no una institución, habremos puesto el primer ladrillo del muro. De momento, no tenemos ni ladrillos.